Yo, como nosotros 3 y seguro muchas personas más, quiero información y formación de calidad y con acceso gratuito para todos, sí. Al igual que salud y otras cosas.
Pero eso implica considerar explicitar y acordar los pre-supuestos culturales con los que ese objetivo podría validarse, aceptarse y por supuesto, financiarse.
O sea, hay que explicar, evidenciar y explicitar que para tener contenidos de calidad en Internet y con acceso universal, eso no es gratis. Implica tiempo, conocimiento y trabajo.
Y ese trabajo normalmente se paga. (Uno paga en la cuenta del banco, y ese pago incluye acceder a información del banco en Internet. El banco le paga a gente que haga eso. No “regala” esa información, la cobra en las tarifas de sus productos).
Pero, y he aquí el punto, no siempre se paga, como en el caso de la música. Ahí paga Moya. Pero se paga. Eso creo que es la primera conclusión. Que el usuario no lo pague, no implica que eso no sea o no deba ser pagado.
O sea, determinar qué se paga, a quienes, porqué, en qué medida, y por supuesto quién debe pagarlo y cómo, etc. Puede finalmente conducir a una respuesta definitiva, al menos en el terreno (layer) de lo ideal, en primera instancia. Primer peldaño para una respuesta, luego, en el terreno (layer) de lo real.
En definitiva, entonces en lo que hay que centrarse es en clarificar quién es y quién debería ser Moya, para obtener el acceso en forma universal a contenidos de calidad en Internet.
Eso.
FIN.
Escribir esto me tomó tiempo. ¿Me darías un poco del tuyo, para decirme qué te pareció este escrito?.
4 comentarios:
★ Muy pero muy bien!
Una reflexión adicional, pensando en lo que planteas: un modelo de educación gratuita o casi gratuita (o sea financiada por todos, porque beneficia al país) como el que hay en Argentina es mucho más coherente con un mundo donde existe abundante acceso l Internet, también casi gratuita.
Hola,
Gracias por tus palabras.
Sobre lo que dices, sabemos que existen modelos de educación gratuita en el mundo, como en Argentina y otros lugares.
Tb hay lugares, como Australia, donde si bien la educación es muy barata, la Internet es carísima, tanto por conexión como por cantidad de información que se suministra y/o se ve en el pc.
Lo que tú dices, de la coherencia entre la gratuidad de la educación y la Internet de acceso gratuita y universal, está anclado en un contexto coherente.
El contexto coherente en Argentina es que se considera a la Internet parte de la Educación. Y se considera a la Educación como un derecho. Y por tanto como una obligación del Estado. Lo que implica, que es el Estado el responsable de financiar la educación y la Internet. Redondo.
Esa trasitividad en el plano del raciocino en Chile no se da. La Educación se considera un derecho en el discurso, pero un beneficio (en relación al dinero que se invierta en ella) en la realidad. El Estado reconoce una obligación para la educación, pero con límites. Y la Internet y su relación con la educación, si bien se reconoce, tb se apoya con límites (sí se ocupa de la conexión, pero no de velar por los derechos de autor de los músicos -o escritores, o científicos-, por ejemplo).
O sea, no se establece un sistema coherente. Hay ruidos comunicacionales.
Para que se pudiera pensar en emular el sistema argentino, u otro tan bueno como ese, primero, habría que generar coherencias internas en relación a los enunciados referidos.
Y para eso, primero hay que evidenciar las incoherencias. Y la necesidad de la coherencia.
Eso es lo que traté de hacer en los posts.
Una vez en ese contexto coherente, recién, se pueden formlar las preguntas conducentes a las respuestas.
A eso me refiero cuando pregunto cuál debería ser el contexto sobre el cual pensar el modelo a aplicar. Y cuáles deberían ser las premisas para generar ese contexto.
Para mí, la primera premisa a considerar es que lo que hay en Internet no es gratis, lo pagó alguien, Moya. Definir quién debe ser Moya, es lo segundo.
Saludos,
Katina
Tremenda reflexión, Katina.
Concuerdo en parte con el problema de los layers. Por eso, en el comentario que publiqué hace un rato en mi blog, asumí que lo mejor era clarificar mi punto de partida. Pero el problema de los layers también puede haber sido parte de cierta información implícita (o que dábamos como tal, asumiendo que todos la manejamos en el contexto de la conversación).
En síntesis: todo contenido subido a la red tiene un creador (o a lo menos alguien que lo sube), persona que le ha dedicado tiempo/conocimiento/experiencia para su elaboración (o lo menos para su publicación) y que por lo tanto ese tiempo/conocimiento/experiencia tiene valor (valor que se transmite al contenido). Si ese contenido debe tener o no un precio para poder acceder a él, es pregunta de un peldaño distinto de la escalera.
Mi afirmación de fondo es que el valor de ese contenido no se pierde al entregarse al Dominio Público, más bien genera posibilidades que otros generen nuevos contenidos con valor.
En el libro que cita mi hermano (por cierto, él se aproxima al tema desde la mirada de un seguidor de la escuela austriaca de economía, fundada por Hayek), se desmontan varios de los mitos en torno a la propiedad intelectual. Incluso se llega a afirmar que si James Watts hubiera no hubiera patentado su descubrimiento, la revolución industrial hubiera avanzado mucho más rápido, ya que existían varias mejoras a la máquina de vapor que no pudieron aplicarse hasta que la patente caducó.
Es decir, un dominio público fortalecido genera más desarrollo económico.
Hola Enzo.
Gracias por venir, leer y comentar. Me gustó que clarificaras tu punto de partida. Tb el prisma del coment de tu hermano.
El tema de los layers para la comunicación me parece apasioante (leíste lo que digo de eso en Azul?).
En fin. Te cuento que estoy absolutamente de acuerdo con que las patentes obstaculizan el devenir adecuado del progreso en muchas cosas. Como lo que te ejemplifiqué del cine.
Sé lo que le costó a Méliès, en plata, poder consegurise una cámara porque los derechos los tenían sólos Los Lumière en Francia. Ellos, inventaron el cinematógrafo, pero fue Méliès quien inventó el cine. Se demoró más, y además se arruinó.
Obviamente, estoy cierta, que la no patante al respecto hubiera sido un plus.
Estoy en teoría súper de acuerdo con el DP.
Pero dentro de eso hay aspectos que creo que hay clarificar, y no sólo me refiero al comercial.
Por ejemplo, mi blog azul está bajo una CC ( o sea tiene licencia, de buena fé no más, pero tiene). Y no la tengo para que me citen o me paguen , me da lo mismo eso.
La tengo y con Todos los derechos reservados, porque ya me pasó que me citaron en un diario, y fuera de contexto y yo ni supe, y me trajo problemas.
Me cargó que otra gente asumiera que puede llegar y tomar algo mío (mis escritos) y publicarme sin permiso y descontextualizada.
Yo quiero que me pregunten si quiero que mis textos se usen en X lugar o no. Si ese lugar es masivo.
Sé que eso no pasa, pero es lo que me gustaría que pasara.
En todo caso, creo que estar de acuerdo con el DP, tener CC, querer tener acceso universal, querer que se paguen a los autores, etc. En realidad estimo que son postulados legítimos y compatibles, entre sí.
Lo único que se requiere es hacer un sistema coherente con esas variables.
Ahora, hacer ese sistema, es difícil. Partiendo por clarificar el "layer" de la conversa. Definir cuáles hay que suporponer, etc. Y luego evidenciar y validar las premisas. Sería largo. Pero sería bakán si se hiciera bien. Y creo que se puede.
¿Habrá alguna entidad o entidades que se lo tomn en serio como una responsabilidad?....
Quizá Páis Digital. Tito Evans no en vano es filósfo. Le voy a pedir que lea esto, a ver qué me dice.
Saludos,
Katina
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