domingo, 19 de abril de 2009

Los Layers del lenguaje (parte 4 de 5)

Consideraciones finales y personales

Otra situación personal.

El año 2001 yo pasé casi un año preparando un curso de Historia del Cine, con el que luego trabajé 7 años en universidades (después lo actualizaba no más). Ese trabajo me tomó muuuchas horas. Lo escribí.

Era en power point y pesaba N. No existía gmail entonces, y los correos eran de kb limitados.

Una amiga mía me había enseñado power point, y trabajé gran parte de todo eso, en el Quisco, en su casa, con miles de libros, y luego me prestó su scanner para las imágenes.

Cuando le pregunté cómo podía hacer para mandar este escrito a mis alumnos, me dijo algo que cambió mi perspectiva al respecto.

Dijo: "No, Katty, no hagas eso. Esta es tu fuente de trabajo, te tomó un montón de tiempo hacerla y la pudiste hacer gracias a todos los años de estudios invertidos (y pagados) en la Universidad. Tú explica la materia, pero es responsabilidad del otro tomar sus notas, no regales tu trabajo, porque es valioso y debe ser valorado".

Me impactó.

Reflexioné sobre el caso. ¿Era mezquina por hacer eso? ¿Estaba poniendo mi situación personal por sobre algo mayor, como es la educación de otros?. Entonces pensé en lo siguiente:

Cuando un escritor escribe un libro, La Isabel Allende o Maturana, ese libro tiene un valor en el mercado. Hay un precio. La Editorial seguramente negoció con los autores, les pagó un tiempo para que hicieran la investigación, invirtió papel, tinta, marketing, etc. Y el libro llegó a la librería con un precio, que da cuenta de su trabajo.

Por otra parte, a veces los escritores hacen charlas. A veces gratuitas otras no. O veces gratuitas para el público, pero no para la Institución que los contrata. O sea esas instancias son como clases, y tienen un precio distinto al libro.

¿El hecho que ellos distingan el libro de las charlas los convierte en personas mezquinas? Creo que estamos ciertos que ni siquiera es pertinente la pregunta. Fue lo mismo para mí.

Mi libro era un producto distinto a la clase, complementario sí, igual que las charlas sobre un libro, pero distinto. Y en mi caso no había una “editorial” que se hiciera cargo financieramente de la investigación que yo emprendí. Si yo me hago cargo, el libro entonces es mío y puedo decidir si regalarlo o no, sin por tanto conflictos éticos.

Le hice caso a mi amiga. Con el tiempo, claro, hacía guías a veces, pero guías, no "regalaba" mi libro "master". Eso me ayudó a trabajar por varios años.

Hubiera sido súper distinto si la universidad me hubiera dicho, ¿“Katina, hemos visto que usas el libro X, y sería muy interesante publicarlo, te interesa”? Lo cual significa (o sea contiene la premisa obvia y tácita) “¿Quieres producir y vender tu libro, quieres que te apoyemos –o sea, financiemos o busquemos financiamiento- para ello?. La conversación entonces hubiera sido otra. Pero eso está en el terreno de la ficción, no de la realidad, y nuestros actos deben se coherentes en y con la realidad

Hace un tiempo decidí no trabajar más en ese curso, y lo regalé, a alguien que lo apreciaba. Con películas, notas y demás. Pero tenía valor, aunque no tuviera precio. Esa es la clave.

En el mundo social moderno una cosa significa la otra: valor igual dinero en cuánto al trabajo.

(Si has leído los post anteriores, ¿tienes tú consideraciones finales, alguna conclusión? . Yo sí tengo una conclusión, la escribí en el siguiente post).


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